ECORPORESANO

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miércoles, 11 de mayo de 2011

PAN ESENIO O PAN GERMINADO

Ecorporesano ha incorporado una nueva clase de pan, el pan germinado, también llamado pan esenio o ezequiel. El pan Esenio es totalmente diferente al resto de panes ya que utiliza el grano germinado y no necesita levadura. Tiene un característico sabor dulzón gracias a la germinación del cereal. .

Ingredientes del pan Esenio:

  • Aunque tradicionalmente se ha hecho a base de trigo germinado también podemos hacerlo con espelta o centeno germinado.
  • Además, optativamente, también podemos añadir a la masa: semillas (girasol, sésamo, etc.), frutos secos (almendras, avellanas, pasas, etc.), sal marina o alguna especia (hinojo, ajo, anís verde, etc.).

Ventajas del pan Esenio:

Al germinar el cereal utilizado (trigo, centeno o espelta) conseguimos un gran aumento de su contenido en nutrientes (sobre todo de las vitaminas B y E y de proteínas) gracias a los procesos enzimáticos que se producen durante la germinación.
Hay una especie de predigestión y eliminación de lectinas que son las que ocasionan ciertos tipos de alergias o subalergia al trigo, especialmente en las personas del grupo sanguíneo O y A.
Es un pan muy recomendable para aquellas personas que no pueden tomar ningún tipo de levadura.
Ideal para personas con diabetes o problemas de azúcar ya que con la germinación desaparece la mayoría del almidón del trigo.
En general es muy conveniente para personas convalecientes, con tendencias alérgicas, digestiones pesadas o simplemente que buscan un pan con muchos nutrientes.
Nuestro pan germinado es de la marca Sunnyvaleorganic.
Pan germinado de Espelta

Pan germinado de trigo

Pan germinado de Centeno

Y muchos más, de trigo germinado con linaza, con pipas de girasol, con frutos secos...pásate a probarlos.

jueves, 5 de mayo de 2011

"Comer puede ser también malo para la salud"

El otro día leí un artículo en una revista que me pareció a la par de inquietante, muy interesante.
"Las sustancias químicas que hay en nuestros alimentos, hasta en los aparentemente saludables, pueden llegar a causar enfermedades crónicas. El aumento del asma, los problemas de fertilidad, la diabetes y otras enfermedades autoinmunes apuntan hacia lo que comemos.
Plásticos, pesticidas, desechos de la industria del cloro, humos de la combustión de residuos...Lo peor es que una vez que llegan, al medio ambiente es muy díficil deshacerse de ellas, y pueden acabar en la cadena alimentaria y sin que lo sepamos en nuestros cuerpos.
Qué está pasando? Nadie lo sabe exactamente, pero cada vez son más los que miran con aprensión las moléculas sintéticas que utiliza la industria en sus envases o que forman parte de los pesticidas de la agricultura. O que sospechan de algunos aditivos alimentarios, como los edulcorantes de los productos light, desde refrescos hasta chicles sin azúcar. O que dudan de la inocuidad de ciertos ingredientes de los productos cosméticos que se absorben por la piel, de las nanomoléculas en las cremas bronceadoras e incluso de ciertos desodorantes, aduciendo que los tumores mamarios se dan con más frecuencia en el cuadrante superior izquierdo del pecho, pues la mayoría de la población es diestra y es precisamente dónde se aplica la  mayor cantidad de estos productos de higiene.
En el País Vasco, las protestas de los padres ha conseguido que se retire del menú de los comedores escolares el panga vietnamita después de que la OMS alertase de los índices de metal y plaguicidas hallados en el pescado del procedente del país asiático.
Comer una manzana, un hábito en teoría muy saludable, resulta poco tranquilizador si se tiene en cuenta que puede haber sido fumigada con hasta 26 productos fitosanitarios y que se ha hallado trazas de cinco plaguicidas en análisis de laboratorio. La carne tampoco está libre de sospecha, sabeis quién consume la mitad de los antibióticos? Pues no son las personas, al menos no directamente, son los cerdos de las granjas porcinas.