En Enero, intentamos cambiar de hábitos, y uno de ellos es el de comer mejor para acabar con los excesos de las Navidades.
Para ello, Ecorporesano, te ofrece una serie de consejos para comer mejor.
Si lo que queremos es cambiar hábitos alimentarios, hay que tener muy en cuenta que detrás de cada uno hay muchos porqués que lo mantienen. Por tanto, cualquier modificación puede implicar cambios en otras esferas vitales, por ejemplo desde emociones a horarios.
Medidas sencillas que mejoran la calidad de la dieta
Hay muchas medidas que exigen poco esfuerzo y que, en cambio, proporcionan grandes beneficios. Gracias a ellas se pueden introducir poco a poco nuevos hábitos sanos que mejoran mucho la calidad general de la dieta.
Cuidar las presentaciones. Comemos mucho con los ojos. Las presentaciones atractivas forman parte del deleite sensorial del comer.
Beber agua en la mesa o zumo de fruta natural. El agua es la bebida saludable por excelencia. Por ello es la opción más indicada para reponer el líquido que se pierde a diario.
Preferir texturas duras. Los alimentos y platos con texturas consistentes obligan a masticar y ensalivar más y se comen más lentamente.
Poner los alimentos más favorables en los lugares más accesibles. Y los que queremos evitar, lo más lejos posible. O mejor todavía: ni siquiera adquirirlos.
Planificar los menús de la semana. Ayuda a tener un control sobre lo que se come, previene la dejadez o las improvisaciones poco recomendables, y ayuda a no instalarse en la monotonía.
Cuidado con el picar. Ese hábito dificulta tener un control de los alimentos que se ingieren. A menudo implica consumir alimentos calóricos que no son básicos y no da tregua al sistema digestivo.
Probar nuevos alimentos y descubrir sabores. Una actitud de apertura enriquece nuestro mundo de experiencias y ayuda a que la alimentación sea más variada, un factor que resulta clave para el equilibrio nutricional.
Elegir productos sin aditivos. En ocasiones un mismo producto se puede encontrar con aditivos o sin ellos, o con una menor cantidad. Es el caso de salsas de tomate, mayonesas, panes de molde…
Ir a comprar después de haber comido. La percepción sobre los alimentos cambia en función de si se está hambriento o saciado. Esto puede modificar la compra y el consumo de alimentos.
Usar plantas aromáticas. Pueden competir con grasas y sal a la hora de proporcionar sabor a los alimentos.